Coahuayula, municipio de Chinicuila, Michoacán, 25 de agosto de 2025. – La tranquilidad de los habitantes de Coahuayula se vio interrumpida esta mañana tras el hallazgo de minas antipersona en el camino que conduce a la toma de agua potable que abastece a toda la comunidad, lo que no solo pone en riesgo la seguridad de los pobladores, sino que además mantiene paralizado el suministro del vital líquido.
De acuerdo con testimonios de vecinos, la detección de los artefactos explosivos ocurrió cuando varias familias, al notar la falta de agua en sus viviendas, decidieron organizarse para acudir a la parte alta de la zona, donde se ubica la fuente de captación y el sistema de distribución. Sin embargo, al avanzar por el sendero de acceso, se percataron de la presencia de objetos extraños que resultaron ser minas artesanales de fabricación improvisada.
El descubrimiento obligó a los pobladores a suspender su trayecto y regresar, ya que cualquier intento de manipular los artefactos podía tener consecuencias fatales. “Nos dimos cuenta de que había objetos enterrados y con cables, inmediatamente nos dio miedo porque aquí sabemos lo que pasa. No pudimos llegar a la toma y ahora estamos sin agua”, relató uno de los habitantes que participó en la movilización.
Sospechas de crimen organizado
La comunidad atribuye la colocación de los explosivos a grupos vinculados con el crimen organizado que operan en la región y que, desde hace meses, han intensificado las agresiones contra las poblaciones rurales de Chinicuila. Según denuncias locales, este tipo de actos forman parte de estrategias de intimidación para someter a la población y mantener control sobre recursos y territorios.
La colocación de minas antipersona no solo representa un atentado directo contra la integridad física de los habitantes, sino que ahora afecta también un recurso vital como el agua, indispensable para la vida diaria, la ganadería y las actividades agrícolas de la comunidad.
Exigen acción inmediata
El hallazgo ha generado una fuerte preocupación y alarma entre los habitantes de Coahuayula, quienes lanzaron un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para intervenir de manera inmediata en la desactivación de los explosivos y restablecer el suministro de agua potable.
“Estamos en una situación crítica, sin agua y con miedo de salir de nuestras casas. Necesitamos que vengan y hagan algo, porque esto no es vida”, expresó otra vecina visiblemente afectada.
Hasta el momento, no se ha confirmado la presencia de fuerzas de seguridad o personal especializado en explosivos en la zona, lo que aumenta la incertidumbre y la vulnerabilidad de los habitantes.
La denuncia de los pobladores evidencia, una vez más, las difíciles condiciones de seguridad en la región de Chinicuila, donde comunidades enteras se enfrentan no solo a la violencia del crimen organizado, sino también a la carencia de servicios básicos que se agrava con este tipo de agresiones.
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